Buenas a
todos. Esta entrada va dedicada a las mujeres embarazadas que sufren náuseas.
Entre un 50% y un 80% de las mujeres embarazadas sufren náuseas durante el
embarazo, algunas de ellas además, acompañadas de los indeseables vómitos.
Para que
desaparezcan las náuseas, o al menos que disminuyan, las mujeres pueden
realizar varios tratamientos, adoptando pautas específicas de alimentación, ya
que pueden provocar una situación angustiante a la futura madre, afectando
gravemente a su calidad de vida.
Estos síntomas los puede padecer
cualquier embarazada,
pero son más frecuentes en mujeres que pasan por su primera gestación, así como
en casos de embarazos múltiples. Se cree que las náuseas atacan en las
horas matinales, pero lo cierto es que puede ocurrir en cualquier momento del día,
incluso que se alarguen todo el embarazo.
Pero,
a pesar del malestar que producen, las
náuseas no se asocian a ningún problema específico del embarazo. Por el contrario, algunas investigaciones les atribuyen
efectos positivos sobre la salud de las gestantes. Tal como revela un
reciente estudio del Departamento de Epidemiología de la Facultad de Salud
Pública de Carolina del Norte, en Estados Unidos, publicado por la revista
científica 'Human Reprodution', las gestantes que presentan síntomas de náuseas y vómitos matinales al principio de
su embarazo son menos
propensas a sufrir un aborto espontáneo que las que no los padecen, sobre todo
en el caso de las mujeres mayores de 35 años.
Aunque en muchos casos las
náuseas y los vómitos remiten espontáneamente, es necesario que las embarazadas
sigan ciertas pautas dietéticas y nutricionales. Algunos consejos para las gestantes son ingerir raciones pequeñas, tomar hidratos de carbono por la mañana e
incrementar el consumo de frutas y verduras.
Pautas Alimentarias y
hábitos que reducen las náuseas
Alimentación
- Hacer
varias comidas al día y poco abundantes con el fin de facilitar la
digestión.
- Para
las mujeres que sufren náuseas matutinas, es efectivo tomar antes de levantarse de la cama
hidratos de carbono, como galletas, tostadas o cereales, y reposar durante
15 minutos después de la ingesta.
- Consumir
abundantes frutas y verduras, proteínas e hidratos de carbono, y evitar
los alimentos con alto contenido en grasa, que hacen la digestión más
lenta y provocan pesadez.
- Evitar
tomar los alimentos muy calientes: son preferibles las comidas frías o
templadas.
- Comer
despacio y masticar muy bien los alimentos para facilitar la digestión.
- Cuando
las náuseas se
producen siempre a la misma hora, es preciso ajustar los horarios de las
comidas para que no coincidan.
- Si
algún alimento provoca náuseas o vómitos de forma repetida,
será preciso excluirlo de forma radical de la dieta, e incorporarlo en
pequeñas cantidades cuando se empiece a mejorar.
Bebidas
- Procurar
no beber durante las comidas, mejor antes o después de estas. Si es antes,
mejor.
- Evitar
las bebidas con gas, alcohol o cafeína, y los zumos muy ácidos.
- Tomar
bebidas frías o a temperatura ambiente.
- Si se
vomita, reponer el líquido perdido poco a poco y beber pequeñas
cantidades.
Hábitos cotidianos
- Procurar
no exponerse a olores fuertes y desagradables, tanto de alimentos como de
perfumes, pintura, etc., que puedan provocar las náuseas.
- No
consumir tabaco ni frecuentar ambientes donde se fume. Ni que decir tiene que esto no solo evita las náuseas, sino que favorece el futuro bienestar del bebé y de la madre.
- Usar
ropa holgada para que no apriete el estómago.
- No
lavarse los dientes justo después de comer.
- Mantener
una buena postura corporal.
- No
tumbarse justo después de comer: es preferible descansar recostada, sin
tomar una posición totalmente horizontal. Si es preciso tumbarse, que no
sea 100% horizontal, sino levantar un poco la espalda poniendo unas
almohadas debajo de ésta.
Siguiendo esta serie de consejos, está
casi asegurada la mejoría. No obstante, y debido a que las náuseas son de
origen generalmente desconocido, puede ser que persistan aunque se sigan estos
consejos.
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